Reserva Tenondé

Hace unos pocos años, la Fundación toma conocimiento del gran valor ambiental que posee una zona de singularidad ecológica ubicada al sur de Misiones, en el departamento San Ignacio. Se trata de una muestra del bioma del Cerrado, un ´hotspot´ de biodiversidad ampliamente representado en Brasil, pero que se extiende marginalmente hacia Paraguay y Bolivia y que recientemente ha sido identificado en la Argentina, a pesar de que la mayor superficie corresponde a Selva Atlántica.

Mediante una donación del Comité de los Países Bajos de la UICN, con fondos provenientes de la Lotería holandesa, la Fundación Hábitat y Desarrollo escrituró a su nombre dos lotes que suman 50 ha de la mencionada región, los que ahora conforman la nueva Reserva Privada Tenondé (palabra guaraní que significa “adelante” en castellano), ahora dominio de la Fundación y área integrante de la Red Hábitat de Reservas.

Valores naturales

Si bien Misiones se caracteriza por su vegetación selvática, propia de la Mata Atlántica, según investigadores de la Universidad de Rosario (Prado y otros) en la provincia también se encuentran fragmentos de los ´Bosques Secos Estacionales Neotropicales´ que ha sido propuesto como un nuevo dominio fitogeográfico. Esta explicación plantea que hay una distribución relictual y parte de la hipótesis de la existencia de condiciones climáticas muy frías y secas durante el Pleistoceno, que propiciaron la existencia de una formación extendida y continua de bosques secos semi-caducifolios, similares a los del SE de Bolivia y sabanas asociadas del tipo Cerrado. Dichos bosques ahora se encontrarían reducidos y fragmentados gracias al avance de otro tipo de vegetación que se vio favorecida por el imperio del clima cálido y húmedo. Este sitio además tiene una composición de suelo diferente al resto de la provincia de Misiones. Allí, en pastizales arraigados en sustratos arenosos en áreas específicas de Teyú Cuaré (Departamento de San Ignacio) y Loreto (Departamento de Candelaria), crecen un total de 13 especies de plantas vasculares endémicas (exclusivas) de la provincia de Misiones, lo cual equivale al 40% de las especies endémicas de la provincia. 

En las 50 has que conforman a Tenondé se encuentran 8 de las 13 especies vegetales endémicas de la zona: Austrochthamalia teyucuarensis, Eugenia lilloana, Hedeoma teyucuarensis, Hyptis australis, Lessingianthus teyucuarensis, Mesosetum comatum, Oxypetalum teyucuarense y Butia poni. Además, allí también crecen 2 especies declaradas Monumentos Naturales por la provincia de Misiones: el urunday blanco (Leptolobium elegans) por Ley XVI 68 (ex 3873), y la palmera enana o «pindocito» (Allagoptera campestris) protegida por el Decreto Provincial Nº 2914/92. 

Otro valor significativo que motivó la necesidad de adquirir esta propiedad radica en que está rodeada por 4 áreas naturales protegidas: el Parque Provincial Teyú Cuaré (78 ha.), las reservas privadas Osununú (Fundación Temaikén, 168 ha) y Reserva Club del Río (75 ha) – estas dos integrantes de la Red Argentina de Reservas Privadas- y la Reserva Privada Jorge Luis Velázquez (25 ha.). En total, con Tenondé, sumamos casi 400 hectáreas protegidas con costas en el río Paraná, que conforman un polo de conservación estatal y privada y un significativo corredor ecológico.

Valores culturales

En sus valores culturales, es importante destacar la presencia cercana de la comunidad guaraní Pindoty-í, compuesta por 8 familias, que suman 30 personas y son guiadas por un jefe. Esta pequeña comunidad aprovecha los recursos de una superficie que incluye al predio a adquirir. Las posibilidades de trabajar con ellos y rescatar sus conocimientos tradicionales, fortalece y estimula el trabajo de conservación proyectado. El uso turístico del lugar será permitido sólo a grupos guiados por miembros de la comunidad guaraní local como manera de apoyar el desarrollo de la comunidad y reconocer sus derechos ancestrales.

En el área, se encuentra la cantera donde los jesuitas extrajeron la piedra para la construcción de San Ignacio Miní a partir 1.632 hasta su expulsión de todos los dominios de las coronas de España y Portugal, en 1.768. Actualmente, las ruinas de San Ignacio son Patrimonio Mundial de la Humanidad y conforman un corredor turístico que se inicia en Iguazú, pasa por San Ignacio y llega hasta la casa de Horacio Quiroga en la selva.

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